La agricultura estadounidense es consciente de lo crucial que es el comercio internacional para la misma. Por ello la industria cárnica estadounidense ha pedido al presidente Trump que designe un Subsecretario de Comercio y Asuntos Agrícolas para el Exterior así como la modernización de la estructura comercial en el Departamento de Agricultura de los EE.UU. Este intento de expandir la fuerza de la agricultura americana en el comercio internacional comenzó cinco días después de que Trump asumiera el cargo. Una coalición de 133 organizaciones de la industria agroalimentaria pidió al nuevo presidente que rehusara el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) que existe entre Estados Unidos, Canadá y México. El acuerdo podría ser mejor, según la mayoría de los que firmaron la carta.
La carta la secundaron importantes actores de la industria, como Tyson, Cargill, Smithfield y otros grupos comerciales, además del Instituto Norteamericano de la Carne, los Productores Nacionales de Cerdo, el Consejo Nacional del Pollo, la Federación Nacional de Pavo y la Federación Nacional de Oficinas Agropecuarias.
Las exportaciones agrícolas han producido un superávit comercial en los últimos 50 años. En 2015, el año más reciente de registro, las exportaciones totalizaron 130 billones de dólares. Durante el último cuarto de siglo, la cantidad de comida estadounidense exportada en todo el mundo ha aumentado tanto en cantidad como en valor en dólares.
Hay algunos aranceles que pueden bloquear las exportaciones estadounidenses, en su mayor parte, el NAFTA ha traído «una ganancia inesperada» a los productores de alimentos, incluyendo procesadores de carnes y aves, y a los agricultores. Desde que el NAFTA empezó a operar, las exportaciones de alimentos y productos agrícolas de Estados Unidos a Canadá y México se cuadruplicaron, de casi 9.000 millones de dólares hace 14 años a casi 40.000 millones de dólares en 2015. El presidente Trump prometió durante su campaña renegociar acuerdos comerciales importantes. Los líderes canadienses y mexicanos están listos para acercar posiciones, por lo que parece que el NAFTA será renegociado, en lugar de eliminarse.
«La industria alimentaria y agrícola de Estados Unidos está posicionada para lograr un crecimiento significativo en las próximas décadas, dado el crecimiento demográfico estimado en 2.500 millones de personas en todo el mundo para el 2050».
Las industrias cárnicas y el sector agrícola y ganadero están pidiendo al Presidente modernizar la estructura del comercio en USDA. Son necesarios cambios importantes para mantener los actuales mercados exteriores y tener acceso a nuevos mercados emergentes para los alimentos y productos agrícolas estadounidenses. Las organizaciones que envían la carta dijeron que apoyan la disposición en la Ley Agrícola de 2014 que requiere que el Secretario de Agricultura establezca un Subsecretario de Comercio y Asuntos Agrícolas para el Exterior.
«Esta posición traerá una representación de alto nivel a las negociaciones comerciales clave con altos funcionarios extranjeros y dentro del Poder Ejecutivo de los Estados Unidos», dijeron.
Esto parece un paso fácil que debe tomar la Administración. Los mercados exteriores representan el 95 por ciento de los potenciales clientes a nivel mundial, el 87 por ciento del crecimiento económico y el 73 por ciento del poder adquisitivo del mundo. Esta nueva Subsecretaría de Asuntos Comerciales debería establecerse rápidamente. Y una persona altamente calificada para el trabajo debe ser nombrado. Entonces, el trabajo de modernización de las operaciones comerciales del USDA podría comenzar.