Si Coca-Cola acusa a Goldman Sachs de manipular el precio de los metales, ¿quién debería acusar a los fondos de materias primas de inmobilizar injustificadamente la mayoría de los cereales del mundo?
Goldman Sachs, el quinto mayor banco de Estados Unidos por activos, ha sido acusado de manipular el mercado de los metales, dando lugar a precios artificialmente altos, según informa The Wall Street Journal. En los últimos años, Goldman, entre otras empresas de Wall Street, ha estado metido en el negocio de la compra de metales. Según el WSJ, el almacén de Goldman en Detroit cuenta con casi un tercio de los 4,62 millones de toneladas de metal autorizados.
La Bolsa de Metales de Londres está investigando a Goldman después de que el banco de inversión haya sido acusado por varias empresas, entre ellas Coca-Cola, de limitar intencionadamente la cantidad de metales que libera a los clientes.
Coca-Cola, que depende de metales como el aluminio, se ha mostrado molesto con lo que considera una inflación de precios. Dave Smith, gerente de compras estratégicas de Coca-Cola, asegura que «la situación se ha organizado para impulsar artificialmente las primas hacia arriba».
Es bien conocido que el entusiasmo de Goldman hacia el metal se ha intensificado en los últimos tiempos. En mayo, Goldman pronosticó los precios para los productos de metal,informa el Wall Street Journal.
Si Coca-Cola es capaz de acusar a este banco de manipular el precio de los metales, ¿quién se atrevería a acusar también a los que inmovilizan una gran parte del cereal del mundo, lo retienen, crean noticias, incluso falsas, diciendo que hay escasez y cuando el mercado sube lo que ellos quieren, sueltan el lote, lo venden y se quedan con el dinero, y con ello crean una burbuja que ha sido el desencadenante de la actual crisis alimentaria?.