La multinacional suiza de alimentación Nestlé ha suspendido temporalmente la producción de productos «halal» de su filial Herta tras una polémica en Francia por la supuesta detección de cerdo en unas salchichas que contaban con esa certificación.
Una portavoz de la compañía explicó el día 2 de febrero que la medida se aplicará el tiempo que dure la adopción de un nuevo proceso de análisis de sus productos «halal», término que designa a aquellos conforme a las normas del islam.
Su decisión se toma un día después de que el grupo de supermercados Casino anunciara que iba a retirar de la venta salchichas de la marca Knacki Herta después de que un análisis independiente publicado a mediados de enero en una página web denunciara que contenían cerdo.
Nestlé precisó hoy que con los análisis que pretende sumar a aquellos realizados por el Instituto Musulmán de la mezquita de París, encargado de la certificación «halal» de sus productos, no cuestiona los métodos de ese centro, sino que pretende que no haya «ninguna duda» sobre la composición de sus artículos.
La mezquita alegó este martes que las acusaciones de esa web «eran escandalosas», y dejó constancia de que «el peritaje realizado sobre el lote incriminado y sobre los siguientes por un laboratorio alemán conocido por ser uno de los más precisos de Europa» demostraba «la ausencia de todo rastro de ADN de cerdo».
En el punto de mira está un negocio que en Francia constituye un mercado lucrativo con más de cinco millones de consumidores potenciales, evaluado en el país en unos 5.500 millones de euros y cuyo crecimiento anual se sitúa entre el 15 y el 20 por ciento.