En 2011, el mercado mundial de la carne continúa caracterizándose por una cabaña agotada a causa de las sequías y enfermedades registradas en muchos países, así como de una rentabilidad limitada del sector en otros, ya que los precios de los piensos siguen siendo particularmente altos. La producción mundial de carne podría aumentar solo en un 1 por ciento, la mitad del incremento registrado el año anterior, situándose en 295 millones de toneladas. Más de tres cuartas partes del aumento interanual se originarán en Brasil y China, proveedores de casi un 40 por ciento de la producción mundial. En porcino, el crecimiento se ve atenuado por los altos costes de producción.
A pesar de la imposición de barreras comerciales, se prevé que la demanda de importaciones, especialmente de los países asiáticos y de la Federación de Rusia, acrecentará el comercio de los productos cárnicos cerca de un 4 por ciento a 27,4 millones de toneladas, siendo los incrementos más pronunciados para las carne de cerdo y pollo.
En abril de 2011, el índice de la FAO para los precios de la carne alcanzó el récord de 180 puntos, el nivel más alto registrado en más de los 20 años de existencia del Indice de precios. Desde abril, los precios han ido bajando algo, como se refleja en el índice de la FAO, que en octubre de 2011 descendió 3 puntos.
Los precios de la carne siguen siendo persistentemente altos. Entre enero y octubre de 2011 fueron, por término medio, un 17 por ciento más altos que en 2010. Mientras los precios altos y el crecimiento lento de la economía han limitado el consumo de carne a un promedio de 42 kilogramos per cápita, se ha acelerado el paso de los consumidores a la carne de aves de corral, por sus precios relativamente bajos, a expensas principalmente de la carne de vacuno.
Mañana día 7 publicaremos la continuación relativa al sector porcino