APOSTEMOS POR EL CONSUMO NACIONAL

made in Spain

Elena Benarroch escribe este artículo que aparece en la revista YODONA el 12 de mayo de 2012.

Pongamos la maquinaria en marcha. Los que puedan consumir, que lo hagan, con precaución y sin endeudarse. Y los que no han dejado de hacerlo, que sigan comprando como siempre, pero con un poco de patriotismo. Con la décima parte de patriotismo que ponen en el deporte, sería suficiente. Que lo hagan comprando en España, consumiendo aquí, y pasando sus vacaciones en nuestro país. Tenemos que quitarnos este complejo español de que lo de fuera es mejor. No es cierto, en España las infraestructuras, carreteras, aves, aeropuertos, etc. son inmejorables. Los hoteles, la costa, el clima, las islas…, todo es inmejorable.

Consumamos en España. Hay de todo: todas las marcas de lujo; las mejores empresas de textil a nivel internacional -como Zara o mango- son españolas. (…) En gastronomía no hay competencia, y somos reconocidos mundialmente, la artesanía también es inmejorable. Cada una de las diferentes regiones de España ofrece un sinfín de ofertas de todo tipo.

Seamos más pratriotas con nuestros productos, sin complejos. Todo el mundo quiere vivir en España y buena parte de los españoles solo piensa en consumir fuera. Absurdo. (…) Consumir y exportar, así se crea empleo, así se pone en marcha este maravilloso país. Así lo han hecho en Alemania -una nación que tuvo que reconstruirse tras la caída del muro- o Japón -otro ejemplo de país patriótico- o estados Unidos, que basta que se diga en el New York Times que consuman productos americanos para que automáticamente lo hagan.

Es importante la comunicación. Estamos en la era de la comunicación y no la usamos lo suficiente para divulgar nuestros productos y darnos a conocer a nosotros mismos. Hay que educar un poco a este país, porque el mayor enemigo que tiene somos nosotros mismos, ciudadanos españoles con tendencia a tirar piedras sobre nuestro propio tejado.

Durante la década de los 80, cuando yo vivía en Nueva York y tenía una tienda abierta en Madison Avenue, sufrí en muchas ocasiones que los consumidores asociaran erróneamente el made in Spain con Latinoamérica. Independientemente de la ignorancia en geografía de la sociedad americana, esto es un definitivo indicativo de que nosotros no comunicamos adecuadamente nuestra denominación de origen, sin el orgullo que la calidad de nuestros productos merecen.

Que empiece a subir el crédito, las empresas medianas y pequeñas tienen que moverse y con ellas el empleo, porque sin consumo y sin crédito no se puede salir adelante. Exportemos el made in Spain con el orgullo y la calidad que nos es propias. Este país es un ejemplo en muchas cosas, ¡aprovechémoslas y pongamos la máquina en marcha!.

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