Antonio Santín es un joven escultor nacido en Madrid en 1978, Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y que actualmente vive y trabaja en Berlín. El título de una de sus exposiciones «Carne de Kanone» es un juego de palabras, que se refiere a la carne para sacrificio o como encarnación del deseo carnal.

ANTONIO SANTIN. Naturaleza Muerta XXV. 2008. oil on canvas. 300x200cm.
Tomando como hilo conductor la mezcla entre el retrato y el bodegón, expone cabezas de animales y cuerpos desollados como si fueran retratos humanos, y rostros humanos y desnudos femeninos presentados con la rudeza y la rotundidad fría y objetiva de quien retrata un pedazo de carne. El español no distingue, como las otras lenguas europeas, entre la carne comestible y la del cuerpo humano, y a esta confusión dedica el artista su trabajo, otorgando a sus cuadros una apariencia volumétrica muy propia de una pieza de carne, o por qué no, de una pieza igualmente escultórica.
En su obra hiperrealista emana el olor aséptico de la carne muerta, la crudeza de sus paisajes carnívoros revelan la falta de empatía en su mirada. El trabajo de Santín está sujeto a la mirada del espectador y sus connotaciones. De esta manera, el artista pasa de cualquier discurso moralista y acusador – su principal objetivo es jugar con las diferentes esferas de significado que evoca la materia humana-animal.
Su técnica es la pintura; y su motivo sale directo del matadero: consiste en una serie de despojos de animales muertos que le inquietaron cuando estaba leyendo Rebelión en la granja, de George Orwell. En sus pinturas, la cabeza de cerdo – uno de los temas favoritos de Santín – está flotando en un espacio vacío en blanco nuclear, sin referencias o pistas que pudieran distraer al espectador de la desnudez de la carne.