El 1 de enero de 2013, todas las granjas de cerdos en la Unión Europea deben estar adaptadas a la nueva regulación europea en bienestar animal. Los ganaderos europeos nos enfrentamos a asumir un gran coste para adaptar nuestras instalaciones, pérdida de productividad, con los consecuentes costes más altos de producción y la pérdida de competitividad respecto a terceros países no europeos que no cumplen esas medidas de bienestar animal. Todo ello en medio de esta crisis económica que afecta principalmente al viejo continente y cuyas políticas tan estrictas acrecentan mas si cabe la agonía de los productores de porcino.
La Federación de Exportadores Cárnicos de USA, ha elaborado un informe donde avala la pérdida de competitividad de las explotaciones ganaderas europeas y anima a sus productores locales a aprovechar la coyuntura para ganar cuota de mercado a costa de los europeos. Traducimos el documento que puede leerse en versión original en el apartado de nuestras noticias en inglés.
La normativa sobre bienestar animal en el sector porcino que entrará en vigor en la Unión Europea el 1 de enero de 2013, podría aumentar las oportunidades para las exportaciones de carne de cerdo de Estados Unidos, según un informe dado a conocer por la Federación Americana para la Exportación Cárnica (USMEF), basado en entrevistas con más de 30 importadores europeos, minoristas e industriales cárnicos.
La nueva normativa europea de bienestar animal obligará a los productores europeos a mantener las cerdas gestantes en un sistema de estabulación libre sustituyendo al anterior sistema de producción. Mientras que la regulación ha sido aplaudida por muchos en la industria porcina de la UE, y este cumplimiento se reconoce en el «etiquetado de bienestar animal» que aparece en algunos productos del cerdo en algunos países europeos, el precio para el cumplimiento de la normativa será alto, según un informe del Programa de Acceso al Mercado del Ministerio de Agricultura Americano (USDA).
Basándose en datos de la industria porcina de la UE, se espera que los elevados costes para la adaptación a las normas de bienestar animal conduzcan a una disminución en la producción de carne de cerdo en la UE, estimada del 3 al 7 por ciento para el año 2013, lo que ofrecerá una gran oportunidad para las importaciones de carne de cerdo, en particular de EE.UU. Los factores que delimitarán esta situación son la tasa de cumplimiento de la industria de la UE con los reglamentos y el calendario de aplicación.
«No hay duda de que podría haber una brecha entre la producción comunitaria de carne de cerdo y la demanda», dijo Halstrom, vicepresidente de marketing y comunicación internacional en la USMEF. «La pregunta sigue siendo si la oportunidad estará realmente en la UE o en los mercados tradicionales a los que la UE exporta, ya que éstos podrían sufrir las consecuencias que acarreará tener que cubrir las necesidades de los clientes dentro de la UE».
Según el informe, los productores de porcino de la UE han estado perdiendo dinero desde 2007, debido a los precios altos de los piensos. Los bancos de la UE no se atreven a prestar a los productores el dinero necesario para cumplir con las normas de bienestar animal en base a que el 2011 ha sido otro año de pérdidas para el sector.
Halstrom señaló que si bien la UE puede ser un mercado nicho para el cerdo estadounidense, la USMEF ha identificado las empresas que tienen interés en vender en la UE por buenas experiencias en el pasado o el deseo de diversificar sus canales de distribución.
Una de las mayores variables en el éxito de las normas de bienestar será la reacción de los consumidores de la UE. En el Reino Unido, por ejemplo, los cuatro principales supermercados informaron que limitarán las compras de carne de cerdo a esos países de la UE que «cumplan plenamente» con los requisitos de bienestar en 2013. Dicho esto, Reino Unido es un mercado potencial, aunque se espera que los consumidores en Reino Unido no estén dispuestos a pagar precios muy altos al comprar carne de cerdo en grandes cadenas de supermercados cuando existen fuentes alternativas a precios más competitivos. Por lo tanto, incluso si se alcanzaran las cotas más altas de adaptación por lo que la oferta de carne de cerdo en la UE estaría asegurada, el precio más elevado del producto final podría llevar a algunos consumidores e importadores a buscar carne de cerdo procedente de Estados Unidos o de otro lugar a menor coste.
En los primeros siete meses de 2011, la UE ha importado 17,6 millones de kilos de carne de cerdo por un valor de $ 47,6 millones, con un descenso del 21,4% en volumen y 9,4% en valor frente a 2010, según el Global Trade Atlas. Chile, Suiza y EE.UU. son los principales exportadores de carne de cerdo a la EU-27 este año.