Según el genetista Greger Larson, de la Universidad de Durham en el Reino Unido y Leif Andersson, de la Universidad de Uppsala en Suecia, los cerdos desarrollaron las diferentes pigmentaciones con la domesticación.
Aunque el proceso de domesticación de cerdos comenzó hace 10.000 años, muchos de sus rasgos, como el color de la piel de los animales domésticos son el resultado de la selección humana relativamente reciente y del gusto del ser humano por lo novedoso.
Los primeros agricultores seleccionaban y criaban los cerdos con colores más vivos para distinguirlos de sus parientes salvajes de color marrón y negro. El análisis genético muestra que los cerdos salvajes y jabalíes de hoy en día están evolucionando por selección natural para mantener sus colores de camuflaje y así evitar ser detectados por los depredadores del bosque.
El estudio de Larson y Andersson explica por qué los colores de la piel de los cerdos domésticos son tan variables, mientras que los de sus ancestros salvajes son tan uniformes. Se investigó la variación genética en el receptor 1 de la melanocortina (MC1R) – proteína que regula el color de la piel y el pelo en los mamíferos- entre los cerdos domésticos y los cerdos salvajes de Europa y Asia. A pesar de que se encontró un número similar de mutaciones en los cerdos salvajes y domésticos, la naturaleza de las mutaciones eran notablemente diferente. Todas las mutaciones que se encuentran entre los jabalíes estaban en silencio, es decir, no cambian la secuencia de la proteína. Esto implica una fuerte selección purificadora en la naturaleza que mantiene el color de la piel que los camufla.
En contraste, nueve de cada diez mutaciones encontradas en los cerdos domésticos alteran la secuencia de la proteína, lo que transforma radicalmente el color de la piel resultante. Estos resultados demuestran que los primeros agricultores seleccionaron de forma intencionada cerdos con una pigmentación nueva. Sus motivaciones podrían haber sido tan simples como una preferencia por lo exótico, la selección de un color sencillo para facilitar la cría de animales o para distinguir las formas domesticadas de sus antepasados salvajes.
Las mutaciones afectan a los cerdos que son de color negro, rosa, o manchados, todos los colores que hubieran tenido dificultad para sobrevivir en la naturaleza. Curiosamente, un cerdo rosa no produce melanina, por lo que el rosa es un color “defectuoso”.